Los contornos en un cuadro definen el espacio de manera distinta, si están difuminados o indefinidos es una forma de integrarlos en un paisaje de fondo con una atmósfera, mientras que si están nítidos es una forma de separarlos del fondo del cuadro haciendo que vengan a un primer plano. Unos contornos demasiado definidos pueden dar un efecto de papel recortado sobre el cuadro, por lo que es necesario no definir los contornos sobre todo por zonas redondas o de revolución que se meten hacia dentro del cuadro, o bien sobre zonas en escorzo o perspectiva.
Este fragmento de una obra de Ramón Casas muestra un detalle de generación de espacio al hacer que la zona de luz esté más definida en el rostro que la que se integra en la sombra, la correspondiente a la penumbra del lado izquierdo. Éste efecto genera que la figura se separe del fondo la zona de luz creando espacio y al mismo tiempo que se integre más en la atmósfera por la zona izquierda. El contorno del rostro aparece indefinido para insinuar la curvatura que se mete en el espacio del cuadro.
Este fragmento de una obra de Ramón Casas muestra un detalle de generación de espacio al hacer que la zona de luz esté más definida en el rostro que la que se integra en la sombra, la correspondiente a la penumbra del lado izquierdo. Éste efecto genera que la figura se separe del fondo la zona de luz creando espacio y al mismo tiempo que se integre más en la atmósfera por la zona izquierda. El contorno del rostro aparece indefinido para insinuar la curvatura que se mete en el espacio del cuadro.
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