Óleo
Los tenebristas solían pintar sobre una tonalidad de fondo oscura mientras que los impresionistas lo hacían sobre una zona blanca para conseguir más luminosidad. Lo idóneo es coger el fondo de color adecuado a la tonalidad general del mismo, de manera que las zonas de luz y de sombra sean superficies menores a pintar. La primera capa debe ser bastante diluida, para que no interfieran las pinceladas con la superficie inferior, interrumpiendo el trazo o siendo condicionados por la textura del tono inferior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario