jueves, 12 de julio de 2012

La estética

En la pintura podemos observar un desnudo realizado por Sorolla.  La obra tiene un alto contenido estético debido por un lado a la pose sinuosa y femenina de la mujer así como a la suavidad de los tonos y delicada textura de la piel, a la finura en la presentación de los ropajes de raso, la sutileza y suavidad de los tonos en toda la composición, entre otros elementos.


La belleza
No es un asunto trivial originado por la cultura machista o un capricho femenino, es un hecho biológico originado por hormonas que pueden agrandar los ojos o reducir las mandíbulas, son señales biológicas que se buscan desde tiempo inmemorial en todas las culturas. El cerebro sufre una influencia hormonal en el útero que le condiciona a un sexo determinado, eso influye en lo que se considera atractivo a lo largo de la vida. Victor Johnston es profesor de psicobiología en México.
La percepción de la belleza
No es un capricho cultural o un reflejo machista, es un instinto básico consustancial al ser humano. Dentro del cerebro, parte de nuestra naturaleza básica, los hombres y las mujeres sienten una atracción usualmente hacia el sexo opuesto, ello existe desde el comienzo de nuestra vida en nuestro cerebro. Buscamos características atractivas en el sexo contrario, a los hombres les gustan las caras de las mujeres con niveles bajos de testosterona, que es la hormona sexual masculina: la mandíbula inferior corta, índice de bajo nivel de testosterona y le atraen también grandes niveles de estrógenos, que es la hormona sexual femenina, como por ejemplo los grandes labios. Todo esto indica una gran fertilidad y es lo que resulta atractivo a los hombres, unos marcadores hormonales que demuestran una gran fertilidad. También le atrae una proporción de 0,7 entre cintura y cadera, otro de los índices de fertilidad. Una melena larga y seductora es otro indicador porque denota salud. Una buena salud supone ser buen reproductor, tener una piel bonita y un pelo sano, esto es atractivo para los dos sexos.
A los dos meses los bebés sienten atracción por las caras normales, pero en la adolescencia empiezan a gustar las facciones más acentuadas, más allá del promedio de las caras. Las mujeres prefieren facciones más masculinas y a la inversa les pasa a los hombres. Las características fisiológicas atraen al sexo opuesto porque indican algo importante, la mujer dice fertilidad si el hombre posee un buen sistema inmunológico. Ellas mezclan sus genes con ellos y si él tiene un buen sistema inmunológico, los genes sobrevivirán.




En la belleza todos seguimos unos criterios, pueden ser debidos a concepciones culturales o bien porque existen unos patrones genéticos impresos en nuestro código genético. Los hombres se decantaron siempre por la cara más femenina: nariz pequeña, ojos grandes, labios grandes pómulos marcados, maxilar inferior pequeño, en la pubertad mediante la producción de estrógenos aparecen esos rasgos en la mujer, como fuentes indicadores de fertilidad.
 El sexo femenino no fue tan unánime a la hora de escoger el rostro masculino, a largo plazo las mujeres preferían caras afeminados pues les inspiraban confianza y ternura, sin embargo para tener un desliz buscaban los hombres con rasgos más masculinos. Mujeres en periodo de ovulación tenían predilección por los rasgos masculinos, pero al pasar esta fase volvían a preferir los hombres con rasgos más femeninos. La belleza es un patrón innato construido durante millones de años que responde a una necesidad biológica, la de perpetuarnos.
La actividad sexual de la mujer está determinada por la fase del ciclo menstrual, pero además, estas mujeres eligen las caras de los hombres dependiendo del cociente digital. Depende de en qué medida el cerebro haya sido afectado por las testosterona en el útero en la decimotercera semana de la vida, y ello se puede valorar midiendo sus dígitos, el cuarto dígito crece más cuanta más testosterona esté uno expuesto en el útero, y por tanto se es menos femenino. Las mujeres con un cuarto dígito femenino (corto) se siente más atraídas por el hombre con el cuarto dígito más grande.
Los primeros meses de la vida  hay unos movimientos hormonales que hacen que el dedo anular sea más largo que el índice, en los hombres la relación entre estos dos dedos suele ser inferior a en la mujer, en cambio en las mujeres la relación es más de uno, todo ello está fijado mediante la exposición en el útero a la testosterona. Existen estudios de diferencias entre el cerebro del hombre y de la mujer, como diferencia entre exposición de la testosterona en el útero, los cerebros homosexuales están a medio camino entre ambos cerebros, el del hombre y la mujer.
Otra cuestión relacionada con la fertilidad es la simetría, nos sentimos más atraídos por las formas simétricas, a menos asimetrías mejor sistema inmunológico. En nuestro desarrollo estamos sometidos a parásitos, virus y bacterias, lo cual supone más asimetrías en nuestros rasgos, si la asimetría permanece en el hombre, quiere decir que el sistema inmunológico no es bueno.
En la arquitectura la armonía viene dada por la gran simetría. El cociente entre el lado y la diagonal del pentágono da como relación el número de oro, que genera entre ambos lados el rectángulo  de oro. Este número aparece por la naturaleza por doquier, es lo que se llama la divina proporción, una regla geométrica que ha servido para alcanzar los ideales de belleza en las geometrías del universo. No siempre es sólo utilizado por el hombre sino que aparecen la naturaleza, y también en nosotros mismos, la relación entre nuestro cuerpo y la parte inferior hasta el ombligo es el número de oro, entre brazo y antebrazo, en la cara aparece de forma continua en los distintos elementos del rostro, así lo mostrado el hombre de Vitrubio, el hombre de Leonardo da Vinci. El número de oro está presente en la naturaleza, en las proporciones de muchos insectos, en las pipas de las flores de los girasoles, de las piñas, en las divisiones celulares, en las galaxias, etc., para los hombres también resulta rentable ser atractivo, ello facilita la búsqueda de trabajo o la toma de decisiones, hay benevolencia en los juicios para la gente que es atractiva, sentencias más cortas y con frecuencia no son declarados culpables, tiene influencia en la selección del trabajo, la belleza marca su propio territorio, cuando una persona pequeña se acerca a una más grande, deja un espacio mayor, como si tuviera un territorio mayor, recíprocamente cuando una persona se acerca una pequeña deja un espacio menor. Nos rendimos ante la gente guapa, somos más benévolos con ellos, les permitimos que cometan más errores. A las personas les gustan otras personas altas, en el pasado fuimos corredores en un clima tropical en el que la relación entre la piel y la masa corporal debía ser bastante ligera para sobrevivir mejor, la testosterona es la causa del crecimiento en la pubertad, por lo que la altura siendo un alto nivel de exposición a mayor testosterona, es un símbolo de salud, que buscamos perpetuar en nuestros genes. Hay razones fisiológicas que demuestran que los hombres altos  probablemente sean buenos compañeros.
Los colores más pálidos suelen gustar más porque indica una persona más joven. Los diseños más llamativos aparecen en los animales en la edad de procrear, las orugas se convierten en mariposas y las flores, órganos sexuales de las plantas, son una pista de aterrizaje para los insectos polinizadores, los cuerpos se esculpen para gustar al sexo opuesto con el único objeto de reproducirse.
Gustan los ornamentos vistosos, son síntomas de un buen sistema inmunológico y calidad genética, de mejores defensas genéticas, también la simetría es un buen indicador de salud y va unida a la belleza y al éxito en el apareamiento, las mujeres son más simétricas el día de la ovulación en las mujeres los estrógenos hacen que la grasa se deposite en las caderas y no en la cintura, las curvas indican una adecuada fertilidad, los pechos femeninos grandes son un símbolo sexual misterioso únicamente humano, en los primates unos pechos grandes significan esterilidad, que la hembra está preñada. Entre los primates el pene masculino es el de mayor tamaño, es seguramente una extravagancia  genital para competir  y para estimular a las mujeres y desalojar a otros hombres.
La altura también es una de las características más atractivas para las mujeres, son un 3% de las mujeres se casan con hombres más bajos que ellas, también los pectorales, es el objetivo de los hombres que acuden a un gimnasio, aunque los músculos son un arma ancestral, los hombres siguen yendo a un gimnasio para mostrar esas diferencias.
Hemos desarrollado la capacidad de percibir los colores y no tenemos tanta necesidad de percibir los perfumes, los humanos perdieron el pelo del cuerpo pero lo mantuvieron en la cara, también aparece el acné en la pubertad, es una forma de diseminar olores, es probable que sigamos utilizando las feromonas como parte de nuestro sistema de excitación.
Cada cultura tiene una concepción distinta de su belleza, siempre ha intentado cambiar su apariencia para parecer más atractivos, hoy podemos modelar las caras mejor, pero seguimos actuando mediante el mismo patrón de belleza.
El cerebro de los hombres se activa ante la presencia de una mujer bella, los hombres actúan más impulsivamente al observar una mujer atractiva, una simple visión puede generar este efecto. Las mujeres permanecían sin embargo inalterables ante la cantidad de hombres atractivos que se les mostraban.
La belleza es un hecho biológico, impreso en nuestro cerebro desde que somos un feto, los homínidos buscamos unas señales de fertilidad y de salud, y esos son los elementos que definen la belleza. La belleza también puede ser cultural, tenemos una gran corteza cerebral que permite acumular conocimientos y aprendizajes vinculados a la cultura en la que vivimos, nos deslizamos del determinismo biológico absoluto, mientras que en ciertos estudios parece que estamos muy determinados en nuestras orientaciones hacia la belleza. Existe una moda, cosmética, cirugía plástica, que buscan incrementar las marcas biológicas. Estamos influenciados por la cultura como parte de nuestra biología, el origen del bipedismo podría ser para mostrar los atributos sexuales, una mujer con tacones, es como poner un trasero en un pedestal.
Los insectos adultos viven muy poco, a veces unas horas, lo justo para reproducirse, por lo que necesitan asegurarse que la reproducción será efectiva, para ello han desarrollado potentes atractivos químicos, las feromonas. Las emiten las hembras y los machos las detectan a kilómetros de distancia. Los insectos se relacionan entre sí mediante las feromonas, de esta forma copulan entre ellos y se perpetúan, las feromonas actúan sobre unos receptores hormonales en las antenas de los machos. Los machos reciben estos mensajes químicos y los transforman en señales eléctricas que son enviadas al cerebro y se procesan generando un proceso de atracción y posterior cópula con las hembras.
El homo sapiens construye sus Venus y empieza a hacer pinturas de mujeres con senos y traseros exagerados, con la zona genital muy marcada, el homo sapiens representada en el paleolítico superior está muy idealizada, mientras que antes no parecen, parece ser que en el lóbulo prefrontal aparece una sensibilidad a la percepción estética. En aquella época tenían un tercio de nuestra capacidad craneal, los psicólogos evolucionistas dicen que la gente que pintaba utilizaba un instrumento de seducción sexual más, hace unos 50.000 años cuando se hacían estas pinturas, los artistas mostraban un conocimiento de los materiales, una estética y una inteligencia y sensibilidad algo superior a los demás, las hembras pensarían que estos artistas tendrían unos genes atractivos para sus hijos.
La belleza incide incluso en el mercado laboral, hay unas bases biológicas, pero también hay unas bases culturales, estamos influenciados por los medios audiovisuales que nos dice cómo es la estética en el ser humano, en las Venus del paleolítico había elementos sobre la fertilidad, hoy en día las veríamos como extraordinariamente obesas, en aquella época un cúmulo de grasa significaría una adaptación para poder alimentar a las crías sin problemas, hoy no es un dato que se tenga en cuenta, y las mujeres que son modelos de pasarela parecen famélicos.
El modelo estético ha cambiado mucho a través de la historia, la Venus del Nilo tiene una proporción entre cadera y cintura de 0,67, pero difícilmente podría meter sus caderas en unos pantalones como los que utilizan las modelos modernas, el modelo estético de hoy en día es muy delgado, son cuerpos que no están preparados para la concepción, tienen tallas del número 36.
En Mauritania las mujeres más bellas son las más gruesas, en la China las más bellas eran las que tenían los pies más pequeños, el modelo cambia según la cultura y no está uniformizado entre las distintas culturas.
Las mujeres respecto a los hombres establecen ciertos marcadores, la estatura, sus habilidades, sus cualidades, su poder, su fuerza, como hay una inversión parental, es difícil criar los hijos, un óvulo es mucho más excepcional que el esperma,  en el momento en que el ser humano se asienta y ya no va a cazar, el hombre ya no necesita tener un mejor físico, puede tener más poder sin tener altura, fuerza, y un buen físico. En el momento en que la mujer alcanza poder, la mujer se puede ir con chicos jóvenes y hoy en día no es algo tan raro, en otros tiempos sólo los hombres parece ser que se podían permitir estar con chicas jóvenes. La mujer en esta sociedad ha llegado al poder por lo que a ese nivel aparece una mayor reciprocidad.

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